Nota sobre salud mental y cohousing. por Nora Briuoli

PREVENCIÓN EN SALUD MENTAL EN ADULTOS MAYORES. COHABITAR Y

CUIDARSE ENTRE TOD@S.

En relación a la mejora en la calidad de vida de los adultos mayores y la vida en

comunidad.

En las últimas décadas se ha observado, en todo el mundo, un significativo

crecimiento de la población de adultos mayores a pesar de lo cual no se han

visibilizado políticas públicas tendientes al cuidado de este grupo etario. Cuidados

referidos a salud, vivienda, ingresos, seguridad, espacios de recreación y desarrollar la

actividades cotidianas que le permitan a esta población habitar el planeta con la

merecida plenitud en retribución por los años de esfuerzo y trabajo.

Durante esta etapa de la vida se atraviesan diferentes procesos referidos a la

pérdida del cuerpo y la salud juvenil, la independencia de los hijos, el cese del rol

laboral-profesional, el abandono de algunos ideales, la pérdida de ciertos vínculos por

el alejamiento de espacios sociales, la posible pérdida de amigos o la pareja, así como

los diferentes mitos y prejuicios presentes referidos a la vejez. Estos procesos ponen

en riesgo la salud psíquica con la posibilidad de generar diferentes síntomas como

ansiedad, angustia, trastornos del sueño, depresión, disminución en la autoestima y

menor capacidad de resiliencia, así como un agravado deterioro cognitivo.

Las transformaciones sociopolíticas, ambientales, institucionales y

organizacionales interpelan la relación sujeto- sociedad respecto a las concepciones de

sujeto y de salud imperantes; intentar habitar la vejez en plenitud, alcanzando el

bienestar deseado es una tarea que nos debiera ocupar a todos: a quienes transitan

esa etapa, al estado para realizar un mejor aprovechamiento de recursos referidos a

los sectores de salud, así como a la población activa, preparando su futuro y evitando

las dificultades que genera el cuidado de los adultos mayores, que ven reducida su

autonomía, presentan deterioro en la salud y en su integración social.

La problemática abordada ha llevado a diferentes grupos a plantearse la

posibilidad de una vida en comunidad, el cohousing, como una forma de romper con el

binomio geriátrico / hogar de los hijos. Esta alternativa permite habitar, con sus pares,

pequeños barrios con sectores compartidos donde desarrollar sus actividades,

revalorizar sus intereses, atender sus necesidades, proyectos cercanos, contar con

espacios de recreación, destinados a la salud, servicios básicos de mantenimiento y

seguridad. Teniendo en cuenta la estructura edilicia necesaria para los adultos

mayores; accesibilidad, comodidades, servicios, etc.

El adulto en comunidad busca envejecer en plenitud, enfrentar grupalmente las

dificultades que se le presentan. Sabemos que el contacto estrecho con los pares y los

vínculos sostenidos en el tiempo fortalecen y promueven la salud integral de los 

sujetos. La vida colaborativa previene el llegar a la vejez en soledad y aislamiento.

Permite el empoderamiento, un intercambio saludable, fortalecimiento de redes de

apoyo, la circulación de saberes estimulando la adquisición de nuevas habilidades y

conocimientos a través de actividades compartidas y cuidados recíprocos en un

ambiente que los alberga amorosamente.

El adulto que elige la vida en comunidad busca continuar con el protagonismo

en la producción de su universo material y simbólico, de generar su propia narrativa.

Refiere a un bienestar subjetivo, a la búsqueda de su felicidad.

Bibliografía:

Fernández Fernán Abel, Psicoanálisis y vejez.

Iacub Ricardo Cuidarse y socializar entre pares.

Quiroga, Ana Coord. Morales José, Psicología social.

Perfiles y tendencias. Salud Mental y bienestar en el adulto: Conferencia. Madrid 2010.